Creo que es lo más difícil que puede intentar uno en su vida. Es más difícil dejar a tu compañía de teléfono, de Interné, que dejar a una novia, que divorciarte, más difícil que dejar de fumar, que dejar la droga, más difícil que cualquier cosa que imaginéis. Y no lo digo por "lo sentimental", ni mucho menos.
Te ponen todas las pegas del mundo, tienes que mandar papeles, aguantar horas de espera con hilos musicales desquiciantes y con personal de atención al cliente sudamericano e inútil (ojo, que he tenido el detalle de separar las dos cosas eh) y cuando crees que ya está, que ya eres libre, que ya te puedes olvidar de ellos... vuelven a la carga pidiéndote dinero que ¿debes? según sus claúsulas de letra pequeña... y cualquiera discute con ellos y sus abogados...
Y luego utilizan medidas tan bonitas como que si no eres cliente de ellos no puedes entrar en su chat, te mandan cartas intimidatorias (si no pagas los recibos que ¿debes? "tomaremos medidas"... la primera de ella ponerte en una lista de "morosos" aunque no debas un euro, como jode haber jugado toda tu vida al Monopoly ganando y de repente perder...)... pero es que si aún así eres cliente suyo te mandan cartas igual, acusándote de lo que sea para que acabes comprando un antivirus o lo que sea. En fin, que les podrían dar a todos estos buitres carroñeros un poco por...
Este vídeo me ha hecho mucha gracia porque lo resume de maravilla :
Saludos!
miércoles, 18 de junio de 2008
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